El nivel inicial, facilitador de un ambiente rico en experiencias educativas, planificará acciones tendientes al desarrollo de capacidades y habilidades que ayuden al niño.
El nivel inicial brinda:
En la tarea cotidiana:
– Un ámbito de alegría, de construcción, de sana convivencia.
– La adecuada articulación e integración entre las salas.
– Las estrategias pedagógicas y didácticas, revalorizando la acción del juego como espacio formador de hábitos y rutinas, recreativo en sus variadas concepciones y socializador.
– Un ámbito de conocimiento, capacitación y oportunidad de superación de toda la comunidad.
– Un espacio de intercambio entre la comunidad de padres, docentes y alumnos.
A los alumnos:
– Mayor vínculo con el docente basados en el respeto, la contención, la observación, la expresión del amor y cariño.
– Guía y orientación en el proceso de enseñanza–aprendizaje, como también la formación, la detección y estimulación de competencias y habilidades.
– Materiales, juegos y elementos que beneficien su aprendizaje y expresión lúdica.
– Oportunidades de participar e integrarse en diversas actividades en sus distintas manifestaciones artísticas y cognitivas.
– Acompañamiento y formación de hábitos y rutinas escolares.
– Su inicio en la formación de valores cristianos y actitud ciudadana.
A las familias:
– Comunicación clara a través del vínculo cotidiano propiciando el valor de la escucha y la atención individual.
– Espacios de encuentro para conocer y participar en la formación de sus hijos.
– Apoyo y asesoramiento ante los requerimientos que se presentes.
«El mundo se abre ante mi.
El jardín me dará mis primeras herramientas para interactuar en él.»